Para Dalcroze la rítmica es una disciplina muscular. El niño que ha sido formado en ella es capaz de realizar todas las etapas rítmicas de cualquier pieza musical de forma instintiva y natural. No es una "gimnasia rítmica" sino la utilización de nuestros recursos corporales para la ejecución, comprensión y memorización de todos los elementos musicales. Fomenta el desarrollo del sentido auditivo y la posterior expresión corporal de lo percibido, faceta que Willems tomó y consiguió desarrollar.
Los principios básicos del método son: todo ritmo es movimiento; todo movimiento es materia; todo movimiento tiene necesidad de espacio y tiempo; los movimientos de los niños son físicos e inconscientes; la experiencia física es la que forma la consciencia; la regulación de los movimientos desarrolla la mentalidad rítmica y creativa.
Según estos principios creó su método de trabajo y lo que es aún más importante, influyó sobre la creación de diversos métodos e hizo plantearse a multitud de docentes musicales la importancia de la forma de transmitir la música. Hoy en día sigue siendo uno de los referentes pedagógicos musicales de todas las personas preocupadas por una educación de calidad. Y, sin lugar a dudas, el creador de una de las disciplinas musicales más creativas y cercanas a la naturaleza del ser humano, La Rítmica.